Zeres Abogados, el despacho que asesoró a la trabajadora, se opuso al despido porque consideró que no existían motivos de peso y defendía que no había recibido la indemnización acorde al salario que debía percibir como coordinadora del departamento de corrosión y soldadura del centro en el que trabajaba.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), en un fallo pionero, ha dictado una sentencia contra la Asociación de Investigación Metalúrgica del Noroeste (Aimen) tras despedir a una ingeniera alegando causas económicas, condena al centro tecnológico con sede en Vigo por vulneración de derechos fundamentales y ordena duplicar la cuantía de su finiquito.
Javier de Cominges, el letrado de Zeres que defendió a la ingeniera, ha explicado que “el plan de igualdad de la empresa reconoce que existe una brecha salarial del 20% de las mujeres respecto a los hombres, incluyéndose como categoría masculinizada la de coordinador”.
El TSXG, aunque entendió que había motivos para aplicar un despido objetivo por causas económicas, consideró también que la trabajadora sufrió una discriminación por razón de sexo. Así, califica en su sentencia de improcedente el despido y sostiene que, con esa discriminación salarial, la empresa ha vulnerado el derecho fundamental a la igualdad recogido en el artículo 14 de la Constitución Española.
La sentencia “resulta pionera en el análisis de los efectos que provoca la brecha de género y el techo de cristal sobre un despido, a pesar de que el mismo tuviera causa legal que lo justificara”, ha afirmado De Cominges.
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