Javier de Cominges, responsable del Área Laboral en Zeres Abogados, intervino el pasado 18 de agosto en el programa «Hablando Claro» de RTVE. De Cominges desgranó en directo un informe publicado por nuestro despacho que analiza las causas de las bajas del mercado laboral y su incidencia en la economía.
El coste de las bajas por problemas psicológicos podría superar los 30.000 millones de euros en el año 2023 en nuestro país, más de dos puntos del PIB, de mantenerse la tendencia actual. Las bajas laborales por razones psicológicas están creciendo por encima del resto, y eso que la incidencia general de todas las incapacidades temporales está incrementándose año tras año, con un coste cada vez mayor.
Esta es una de las principales conclusiones del Observatorio Zeres y que expuso De Cominges ante las preguntas que le planteaba Lourdes Maldonado, presentadora del magacín de actualidad. En los últimos años, los problemas derivados de los riesgos psicosociales y el estrés en el trabajo están afectando notablemente a la salud de las personas e incidiendo en la economía de una manera creciente. Esta situación no solo se vive en España, también en los países de la Unión Europea. Según la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, en torno a la mitad de los trabajadores europeos consideran que el estrés contribuye a cerca de la mitad de todas las jornadas laborales perdidas.
Por término medio, en general los estudios estiman que el coste de cada baja psicológica es mayor que el de otras causas de baja, porque la duración de las incapacidades temporales que derivan de ellas es superior.
En general, resulta lógico pensar que es mayor el tiempo necesario para curar una depresión que un problema lumbar, y eso hace que ese tipo de baja sea más cara, porque el trabajador está más tiempo incapacitado. Pues bien, además de todo esto, sucede que la incidencia de las bajas por razones psicológicas no para de crecer.
Como explica De Cominges, «los riesgos psicosociales son previsbles y evaluables dentro de la propia empresa». Las empresas disponen de múltiples herramientas para encauzar la protección de los riesgos psicosociales de las personas trabajadoras como los planes de prevención, los protocolos antiacoso, los planes de igualdad o los canales de denuncias.
De Cominges ofreció además su opinión en el caso del hostelero bilbaíno José Ros, dueño de Taberna Dos, un trabajador autónomo que recibió una carta del Instituto Nacional de la Seguridad Social que le exoneraba de cotizar más. Ros lo explicaba así: “Tengo 50 años cotizados y la Seguridad Social me ha dicho que ya no pague más».